lunes, 1 de septiembre de 2008

MOSQUITOS

Se reproducen en el agua. Tienen un analgésico en la punta de la proboscis, por eso cuando te pican no lo sientes. Así depositaron huevecillos en mi piel. Se ha desatado una reacción: se forma una ampolla. Crece. Dentro, las larvas nadan en un suero lechoso. Se retuercen, tiemblan, giran. Se hacen cada vez más grandes. Aparecen otras dos ampollas, una en la espalda, otra en el cuello. De pronto mi cuerpo entero hierve en ámpulas llenas de larvas de mosquito. Alcanzan un cierto tamaño y comienzan a roer las paredes de la ampolla. La revientan, el líquido sale y los insectos escapan. Extienden sus alas replegadas en sus cuerpos húmedos de viscosidad y vuelan. Llenan la habitación, pican mi piel y depositan huevecillos. Estoy tirado en el suelo, inmóvil, mi piel está reventando, mi cuerpo, un hervidero de mosquitos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué romantica relación!!

Anónimo dijo...

Si lo que preparas te hace escribir asi... quiero un poco de esa comida (ademas ya me la han recomendado...). El Yorch