domingo, 31 de agosto de 2008

EN LA FONDA



Este es mi restaurante. Aquí no ejerzo mi profesión, sino mi libertad. Hago lo que tengo que hacer para desarrollar mi creatividad, mantener a mi familia, aportar algo sensible a mi sociedad y, espero, a mi país. Y claro, me divierto tremendamente. Cocino invento cosas nuevas cada semana. Hago lo que se me pega mi rechingada gana. Atiendo personalmente a mi clientela. La fonda no es un restaurante, la fonda soy yo. Mi primer oficial, el chocolate, es un indio Téenek, de la huasteca potosina. Cuando no estoy, se encarga de la cocina. Es muy hábil. He aprendido algo de su idioma, cosas sencillas. Me gusta lo que hago. Pasa el tiempo y lo hago mejor. No siempre las cosas salen bien: hay días malos. Como en todo. No hay de qué preocuparse: lo importante es la constancia, la actitud. Salimos adelante, hasta hoy. ¿Por qué hice la fonda así, como es? Porque es el sitio a donde yo iría a pasar un buen rato y comer como en ninguna otra parte. Nomás.

2 comentarios:

Herr Boigen dijo...

Un safe haven lleno de fans

Anónimo dijo...

Cierto día me di cita con 2 muy buenos amigos dijerón ellos para tener tooooda una experiencia culinaria. Al llegar al lugar ubicado en la calle de Aldama bajo el mágico número del 1 2 3 me dije a mí mismo... "Mi Mismo... este no puede ser el lugar" asi q esperé a que mis duales amigos arrivarán, unos cuantos minutos bastaron para que llegaran y con ellos dio inició a la experiencia culinaria más impresionante que haya este servidor tenido.

Poco a poco,con la sutileza q solo la madre naturaleza puede dar, los platos comenzaron a realizar una pasarela digna del mejor desfile de modas en Paris, Francia.

El Queso de Cabra, Las Gorditas de Pescado en Escabeche de Jalapeño, Las Zamoranas q rápidamente me remontaron a mi niñez, el molito de plátano macho (sin albur), una maravilla denominada estróicaMENTE "papas con chorizo" cautivo mis sentidos degustativos.
Al cierre experimentamos la delicia de un trio de sherbets de negro zapote, tan negro como el Durazo, Palomitas de Maíz una aberrante delicia culinaria y Leche Merengada haciendo tooodo un tributo no sólo a nuestras raíces sino a la rolita de los toreros muertos realizada en 1986, para deleite del movimiento Llena tu Cabeza de Rock en tu idioma.

El Lugar es fantástico, lleno de misticismo el interior te remonta a una vieja hacienda en el estado de guanajuato mas sin embargo sus platillos plasmados en la pared central del orgásmico establecimiento te lleva y poco a poquito cual secuela de la obra de Dante nada menos que a las tres huastecas, con Pedro Infante incluído gracias a los increibles huapangos que embadurnan de magia y encanto las paredes adornadas de fósiles los cuáles señalan que todo principio tiene un fin.

Mas rápido q tarde, recibimos en la mesa al chef Herrera quien con una magia indescriptible nos abordó y lleno de matices y contrastes nuestro reencuentro culinario.

Sin duda un viaje gastronómico digno de los mejores sitios de este hermoso planeta coartado por la ruptura de la capa de ozono, los excesos religiosos y las negociaciones acerca del futuro petrolero de nuestro amado y corrompido país.

Sin duda, no deseo salir de este mágico lugar.

Chef Fernando Pose