Me paro debajo del abanico de techo, siento el torbellino de aire que baja y me envuelve, abro la boca aspiro hondo respiro aquel torrente maravilloso y fresco, viento raudo lleno de vida repleto de aromas recuerdos; inspiro suspiro tomo a bocanadas frenéticas el aire que me llena el pecho, estallo de alegría, tanto aire, grito atmósférico, lo necesito, no puede esa cosa moverse más rápido, aire por favor me ahogo caigo al suelo apenas y puedo moverme dios mio ayúdame me asfixio aire por favor me estoy muriendo.
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