lunes, 22 de diciembre de 2008
FELIZ NAVIDAD
domingo, 21 de diciembre de 2008
MARTE
sábado, 20 de diciembre de 2008
DETALLE
¿Se ha fijado en los gorros que usan los cocineros? Son cilíndricos y alaragados; parecen columnas griegas. Pues lo pongo al tanto: todos suponen que así son sus cabezas, porque es algo evidente y nadie lo cuestiona. Pero yo he descubierto que los cráneos de los cocineros son como los de cualquier otra persona. Lo noté un día en una cocina, cuando un chef se quitó el gorro para limpiarse el sudor y grande fue mi sopresa cuando mostró una cabeza humana común.
Es curioso, ya lo se, pero es cierto.
jueves, 18 de diciembre de 2008
CAPÍTULO XCII
Bernal Díaz del Castillo, en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.
martes, 16 de diciembre de 2008
TELEVISIÓN
La encendí. Algo está pasando ahí dentro. Supongo que lo de todos los días. Solo dejo que ocurra y me entrego, sin condiciones. Qué me importa lo que transmitan: noticias programas anuncios telenovelas el clima caricaturas o la serie de acción, para mí todo es igual: una pantalla con sonidos e imágenes que cambian de color e intensidad y cuyo significado no me interesa. Después de un par de horas de esta terapia estúpida de figuras histéricas pegando de gritos, me harté. Creo haber tenido suficiente. Abrí el cajón de la mesita de cama, saqué un revolver y le disparé al televisor. La pantalla estalló liberando millares de diminutos vidrios, esparciéndolos por la atmósfera de la habitación. Lenguetas electrificadas siguieron al estallido, deshilándose, impactándose contra techo y paredes y dejando un pequeño punto quemado en el sitio de contacto. El ambiente tiene un aroma a electricidad y huele a quemado. Entonces, comenzó: una sustancia viscosa y plasmática sale de la pantalla y se vierte sobre la alfombra. Es iridescente y cambia constantemente de color. La masa avanza lentamente, ebulle: espículas se alzan y liberan pequeñas burbujas de gas nocivo mientras la estructura toda es impulsada por una corriente eléctrica en un movimiento ondulatorio y rítmico. Invade la habitación. Se desliza entre las patas de la mesita la silla la cama, se enrosca en ellas y sube. Lentamente. La sustancia hierve, eyecta fosfenos y la atmósfera resplandece. Alcanza el borde de la cama y disuelve la sábana. Me repliego. Respiro el gas, comienzo a entumirme, mis músculos se tensan y las articulaciones endurecen. Estoy mareado, toso, me duelen los pulmones, no hay forma de escapar. La masa está a punto de alcanzarme. Ya sube por la cama. Meto el cañón de la pistola en mi boca y mientras siento el cosquilleo de aquella sustancia tocando los dedos de mis pies jalo el gatillo.
viernes, 12 de diciembre de 2008
GLÓBULO ROJO
Hay un eritrocito durmiendo en mi cama. No lo creería usted pero ¡es enorme! Como del tamaño de una pelota de futból, incluso un poco más grande. Ya sabe usted como son: redondos, rechonchos y apachurrados en el centro. Parecen donas que no alcanzaron a formarse. La cosa es que aquella célula reposa en mi cama, sobre la almohada. Se mueve un poco. Como que quiere acomodarse, pero le cuesta trabajo. Encendí mi linterna de mano y la acerqué a su superficie: la piel es translúcida y muestra un líquido rojo intenso. Dentro hay corrientes que transportan materiales protéicos y minerales.
Es fascinante.
Pasé horas viéndolo.
Después de un rato, me aburrí.
Ahora estoy que me caigo de sueño y no se qué hacer, pues por más que le grito, le digo que se vaya, sarandeo la cama y estiro las sábanas, no se mueve. Apenas reacciona.
Lo siento pero no puedo dormir junto a un eritrocito gigante, no estoy preparado para eso.
Entonces tomé un picahielos y lo ponché.
Estalló.
La sangre está por todas partes, se está coagulando.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
CECINA CON CHILE POBLANO Y CEBOLLA
Introducción: La cecina es una carne de res delgada macerada con sal, cítricos y en algunos casos, especias, dejada unas horas al aire libre. La cecina huasteca, por ejemplo, tiene naranja agria y sal. Yo preparo la mía con naranja agria, pimienta y sal. Otros le untan ajo y otras cosas. El proceso intensifica el sabor de la carne y la hace ideal para botanas y como material para crear entradas.
Preparación: Cortar 800 grs de cecina en tiras delgadas. Cortar una cebolla gigante y tres chiles poblanos en juliana fina. Picar cuatro dientes de ajo. Picar finamente la ralladura de una naranja grande. Tener a la mano un cuarto de taza de vinagre y otro de mezcal.
Ejecución: freír rápidamente el ajo en grasa de pato y después la juliana de chile y cebolla y ablandar estos materiales, primero a todo fuego y luego bajar la intensidad y caramelizar. Una vez alcanzado este estado, aumentar la potencia otra vez y añadir vinagre de vino blanco o de cava y reducir hasta que casi se haya evaporado. Agregar la carne y la ralladura de naranja, un poco de orégano seco y después el mezcal y ver que se evapore.
Presentación y servicio: servir en un bol pequeño a mediano, sobre una cama de arroz blanco y decorar con rabo de cebolla rebanado en finas rodajas y yerbabuena fresca picada. Considérese como una entrada, ya que la cecina es salada y este platillo en particular maneja sabores pronunciados. Sírva con palitos chinos.
Vinos: ni puta idea. No estaba tomando vino cuando hice el plato.
FLOTAR
Naufragé. El barco hizo agua y se fue a pique. Me aferré a un salvavidas hasta que el cansancio me venció. Resignado, solté el artefacto y esperé el fatal desenlance. Pero después de un buen rato me di cuenta que no me hundía. Floté, sin ningún esfuerzo. Al zambullirme regresaba a la superficie. De todas maneras pensé que moriría, pues en menos de una semana la sed acabaría conmigo. Pero no fue así; desesperado, comencé a dar sorbos de agua y esperé terrible y dolorosa muerte. Pero nada ocurrió. Mi sed fue saciada y oriné como cualquiera. También tuve hambre, y así probé con toda suerte de cosas que hay en el mar; algas, plancton, peces pequeños y camarones: mantienen mi sistema digestivo ocupado.
Floto en el mar. Me dejo llevar por las corrientes. Me alimento de lo que encuentro y soy feliz.
No quiero volver a tierra.
martes, 9 de diciembre de 2008
GENTE
A medida que avanzo, me van pegando enfermedades.
lunes, 8 de diciembre de 2008
SOY INDESTRUCTIBLE 1
Me amarré una viga de acero al cuello y me arrojé al mar. Llegué al fondo, y esperando morir asfixiado, descubrí algo notable: puedo extraer oxígeno del agua. Después esperé a ver si la presión me hacía estallar el cráneo, pues me encontraba a incomesurable profundidad, pero no ocurrió absolutamente nada. Aburrido, rompí con los dientes la cadena que me ataba a la viga, nadé hasta la superficie y alcancé la playa. Los pescadores de la localidad me recibieron con aplausos y gritos de júbilo.
domingo, 7 de diciembre de 2008
REGALO
Es un hermoso día.
¿Qué le voy a regalar al mundo hoy?
¿Una sonrisa?
¿Un bonito pensamiento?
¿Una reflexión importante?
¿Que tal sembrar un árbol?
No.
Nada de eso.
Te regalo, mundo, un rotundo, claro, contundente y certero
CHINGA TU MADRE.
viernes, 5 de diciembre de 2008
TACOS DE TROMPO
Soy cocinero. Hay quien supone que cocino en casa todos los días y tengo el refrigerador repleto de guisos de mi autoría. Esto, por supuesto, es una fantasía. Casi siempre cocino. Pero hay días que no lo hago. Tengo una debilidad por la comida callejera. Y entre esta, los tacos me doblan, someten y transforman en un zombi. Cerca de mi casa hay dos carritos de tacos. De regreso del restaurante, ya tarde, se me antojan. Hay noches que tengo tanta hambre, tanto antojo, y tantas ganas de llegar a casa con tacos de trompo, servirme una coca con ron, escuchar música y escribir. Nada como seguir tus impulsos: te hace pensar que realmente existe la libertad. En la foto: tres órdenes de tacos de trompo, aguacates, dos salsas comerciales, el ron con coca, un ipod con Silvio Rodriguez y un cuaderno moleskine que me regaló mi hermano. La pluma es Visconti. No recuerdo que relato cuento narración memoria comentario o simple garabato escribí en esa ocasión. Qué importa. La pasé tan bien.
POE
Saqué el tomo empolvado del estante. Llevaba años sin abrirlo. Al hojearlo, encontré la nota de compra. Lo recuerdo tan bien: fue el día de mi cumpleaños. Llevaba desde la primaria leyendo a Poe de manera disgregada; unos poemas aquí, un par de cuentos en alguna antología y una narración en un texto de literatura. El primer cuento que leí fue el barril de amontillado. Ejerce en mí una fascinación tremenda; establecí una conexión profunda con lo macabro y me obsesioné con el jerez -pasatiempos que aún conservo-. Ansiaba tener un tomo con toda su obra, en inglés, pero no había. Siempre me paseaba por las librerías, y cuando por fín encontré la recién publicada colección de historias, me latió el corazón. Alcancé el tomo de pasta dura, elegantemente impreso en letras doradas sobre fondo negro y lo abrí. Ahí estaban todas: la caída de la casa de Usher, el corazón revelador, el barríl de amontillado, los asesinatos de la calle morgue, el gato negro, Berenice. Cuentos que ya conocía y otros, la mayoría, cuya existencia ignoraba. La emoción es intensa. Me preguntaron, ¿quieres algo para tu cumpleaños? No vacilé: -quiero un libro y necesito dinero. Me dieron dinero. Lo suficiente como para pagar el libro. Regresé a la librería, que en ese tiempo se llamaba Castillo centro cultural; después se mutaría en Librerías Castillo y después en nada. La nota marca tres mil ochocientos pesos, está fechada con el cuatro de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro. Acababa de cumplir quince años, recién entraba a la preparatoria, era un pirómano irrefrenable, un pésimo estudiante y por fín tengo en mis manos los cuentos completos de Edgar Allan Poe. Me pasé el resto del día leyendo. Cuando cayó la noche me envolví en una atmósfera que fue lenta y gradualmente generando un ambiente que nunca había experimentado. Comenzaron a aparecer criaturas, mezcla de mitos y deformaciones animales y humanas, ruidos, espectros, voces que salían de todas partes, vibraciones, objetos que se movían solos y dementes que tocaban puertas y ventanas, intentando entrar unos y salir otros. Combiné la experiencia literaria con un disco de Black Sabbath. Bien recuerdo la noche; fría, el cielo sin luna, nuboso, y el viento levantando las hojas en el jardín. Me dejé envolver por el miedo y me entregué por completo a la fantasía. Esa noche, la mejor de todas, aún no termina.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
ABDÓMEN
lunes, 1 de diciembre de 2008
CALCETÍN
Siempre que llego a casa después del trabajo me desnudo en la sala; me quito zapatos calcetines camisa pantalones truza y camino despreocupado por la casa. Mi mujer me reprocha el dejar tirada la ropa por todas partes. Pero eso a mi me relaja. Andar sin ropa me hace sentir libre de tapujos y prohibiciones, tan fresco y ligero. Pero a ella le molesta. Hoy en la madrugada, se levantó por algo de tomar; bajó las escaleras y al caminar por la sala pisó un calcetín y se resbaló: cayó de espalda. Se rompió el cuello, está muerta. Estoy sentado en las escaleras, desnudo, contemplándola.
domingo, 30 de noviembre de 2008
viernes, 28 de noviembre de 2008
PALACIO
Eso resume de manera admirable la psicología de las mujeres: quieren que uno adivine a todas horas lo que quieren.
Está cabrón.
NO ME PUEDO QUITAR LA CAMISA
miércoles, 26 de noviembre de 2008
FRASE CÉLEBRE 11
MASAJE
Acudí al domicilio donde en el periódico anunciaban el salón de masajes. Entré, algo nervioso, y me pasaron a una sala de espera. El sitio es pequeño y algo sofocante. Detrás de un escritorio una secretaria recibe llamadas y agenda citas. Frente a mi, una foto enorme de una playa tropical cubre la totalidad de la pared y me invita a creer que no estoy en la ciudad. Afuera hace frío y el viento sopla, levantando hojas y polvo. Gente pasa por un corredor que conduce a varias habitaciones pequeñas equipadas con una mesa especial para masajes, un sistema de audio que vierte música ambiental y sonidos de la naturaleza, una bandeja con aceites y esencias, toallas, un lavamanos y focos controlados para dosificar la luz. Un altavoz dice "siguiente" y una mujer con una bata de hospital aparece e indica que debo seguirla. Dejo la sala de espera con su idílico paisaje tropical y camino hacia el pasillo. Respiro hondo, la mujer se detiene, empuja una puerta y entramos. El cuarto es pequeño, el techo alto y sobre la pared, un anuncio impreso en plástico y con figuras humanas dibujadas indica la agenda a seguir; quitarse los zapatos, después los calcetines. Luego hay que deshacerse de la camisa para pasar luego a los pantalones y finalmente, la truza. Ahora hay que acostarse boca abajo sobre la mesa, colocando la cara en la abertura cuadrada, y así mirar el suelo mientras comienza el proceso. Se escucha la música relajante, la iluminación disminuye, se dilatan las pupilas, respiro e imagino sitios donde pudiera tomar unas vacaciones. Abren la puerta y entra la masajista. Hay una perturbadora exclusión de diálogo, solo un intercambio dérmico entre sus manos y mi espalda, que ya comienza. Respiro profundo, sus dedos me piden me relaje, tómalo con calma, te sentirás mejor. Accedo. Mis brazos cuelgan, me estoy soltando. Pronto dejo de sentir el peso de mi cuerpo, la música el aceite y la esencia aromática me envuelven subliman siento que floto, sus manos recorren la espalda yo cierro los ojos comienzo a ver una playa, con olas que se dejan caer rítmica y apaciblemente sobre la arena, sus manos son olas mi espalda un mar una playa, me siento tan bien, quiero que siga, no pare.
Abren la puerta. Un aire frío me crispa la piel. Se detiene el masaje. Alguien a entrado a la sala, una, dos personas, no lo se. Nadie habla, solo escucho y siento el aire perturbado por los aspavientos que hacen con las manos, señas, órdenes. Sigo boca abajo, con la vista fija en el suelo, los aceites calientan la espalda, me concentro en los aromas florales, en el eucalipto, la canela. De pronto sostienen mis brazos, presionan mi cabeza contra la mesa y sujetan mis piernas; forcejeo pero es inútil, son mucho más fuertes que yo. Comienzo a gritar cuando todo se ilumina intensamente; aumenta el volúmen de la música, que ahora se ha transformado en heavy metal. Estoy gritando pero no puedo escucharme, la
martes, 25 de noviembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
GRITO
Algo sucede. A la mitad de la noche, un grito: niño perro gato asalto o rechinido de algún vehículo, yo que sé. Rasga la calma nocturna, la brisa lo lleva lejos y esparce por la atmósfera.
Entonces la ciudad calla, escucha y espera, pues algo ha ocurrido.
DAN FOGELBERG
Lamento su muerte.
Su música evoca recuerdos importantes, buenos, imprescindibles.
Señor Fogelberg: gracias por su música. Usted es valioso para mi.
Su música sigue ahí.
viernes, 21 de noviembre de 2008
DÍAS
Hay días en que no tengo nada que hacer decir escribir; permanezco en silencio, con la hoja en blanco frente a mí y la pluma en la mano. De repente me pica la lengua y siento un cosquilleo en la punta de los dedos, como que quiero decir algo pero no me sale; pienso que a veces basta con hacer un garabato sobre el papel, o murmurar algo, lo que sea, en espera de que las palabras salgan, vaguen y se mezclen con otras palabras, ruidos, destellos, gritos, y regresen a mí, cargadas de novedad, historias, momentos increíbles, curiosos, pero nada ocurre, y entonces me invade la frustración: grito, rompo un lápiz, una ventana, me corto las arterias del cuello, caigo al suelo y me desangro, buitres descienden sobre mí, comienzan a desgarrar mi piel, perros salvajes me devoran, las hormigas terminan con mi cuerpo y entonces me elevo y en mi resurrección pienso en palabras imágenes ruidos pero todo es oscuridad y silencio.
jueves, 20 de noviembre de 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
ENSALADA
martes, 18 de noviembre de 2008
SALVACIÓN
De pronto, me invade la angustia: quiero salvación y la quiero Ahora. Necesito que Cristo venga a mi casa y me salve Ya.
¡Silencio!
Alguien llama a la puerta.
¿Acaso será Él?
lunes, 17 de noviembre de 2008
AGUACATE
BÚSQUEDA
No tengo manos. Hace tiempo las perdí: abriendo una puerta, cambiando un neumático o limpiándome el trasero en algún baño público, no recuerdo. Por ahí deben de andar. Solo espero no se hayan separado. Le ruego que si las ve, haga lo posible por atraparlas; métalas en una bolsa o caja y tráigamelas. Me hacen tanta falta.
sábado, 15 de noviembre de 2008
jueves, 13 de noviembre de 2008
ME ESTOY MORDIENDO LA LENGUA
Me estoy mordiendo la lengua. Desperté sudando las manos me tiemblan pequeños objetos vuelan a mi alrededor son ojos son ojos que me observan, ven cosas que yo no puedo ver, se cierran, la luz se comprime se oscurece todo, después se transforman en orejas succionan todo el sonido, el silencio obstruye los ruidos y las orejas vuelan chocan entre sí y al hacerlo desparecen en un fuego brevísimo que inflama la atmósfera expandiendo la humedad generando burbujas llenas de gritos lamentos palabras inconexas listas para eclosionar y convertirse en frases premisas paradojas profecías. Me estoy mordiendo la lengua, despacio, con fuerza, la mastico y los tejidos comienzan a destruirse; primero el dolor, intenso, inflama la boca; pasa, hay tumefacción después anestesia; más tarde una migraña intensa envuelve mi cráneo, me impulso corro destruyo mi dentadura contra la pared, trituro mis propios dientes se forma una pasta con los músculos, arterias y nervios de la lengua; de pronto, mi rostro se detiene: en el suelo, palabras muertas bañadas en sangre yacen silenciosas.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
MOMENTOS URBANOS 2
Almorzando en un puesto de tacos, un tipo se acerca: “un taco, seño, llevo dos días sin comer”. Me pregunto cuántos días llevará bebiendo. El tufo a alcohol me suelta el estómago.
martes, 11 de noviembre de 2008
domingo, 9 de noviembre de 2008
TORNILLO
Cierta noche, a mitad de una fiesta y mientras narraba una historia increíble, un conocido reclamó,: "lo que a ti te pasa es que te falta un tornillo". Según lo que entendí, yo estaba loco por narrar -y creer- una historia por demás fantástica. En el momento sonreí, elaboré un aspaviento y una mueca y terminé mi relato. Inquieto, salí de ahí.
Ya en mi departamento y frente al espejo, mojé mi rostro, eché atrás mi pelo y me vi a los ojos: ¿es que de verdad estoy loco?
Quien sabe.
Puede ser.
Aquél tipo dijo que me faltaba un tornillo.
¡Bah!
Tonterías.
No hay de qué preocuparse.
Así me fui a la cama. Pero el sueño deparaba sorpresas: pesadillas. Negras, espesas y sucias pesadillas comprimían mi sueño, agitaban la respiración y después mantenían mis ojos tan abiertos como los de un búho. No voy a decir que desperté, porque ni siquiera pude dormir. Me levanté, floté hasta el baño y me puse frente al espejo; contemplé mi cara golpeada de ojeras lagañas y malos recuerdos, y así tuve que asearme. Más no fui a ninguna parte; a la mitad de un somero desayuno me asaltó la idea del tornillo faltante. ¿Pero será posible? Me pregunté, al tiempo que sorbía el café y forzaba el pan a través de los dientes y encías hinchadas de sopor y desvelo. Me tembló la mano y solté la taza: cayó sobre el plato, rebotó y se hizo pedazos en el suelo. Un gato maulló afuera y se me aceleró el pulso. Mi mano no deja de temblar. Ahora respiro agitadamente. Comienzo a creerlo; verdaderamente estoy loco y me falta un tornillo. Me siento un poco mareado y escucho ruidos que antes no percibía. Me levanto y camino despacio, calculando distancias y arrastrando los pies. Me detengo: se que debo hacer algo, corregir el problema. Entonces fijo mi atención en la caja de herramientas que duerme en la cómoda de la entrada. Respiro bien hondo, mi cerebro se oxigena y recobro el equilibrio. Atravieso el pasillo, alcanzo el mueble; lo abro y saco la caja de herramientas. Primero el taladro. Después el tornillo. Lo único que encuentro es uno de media pulgada. Supongo que esa es la medida apropiada. Voy a la sala, prendo la tele y me siento en el gran sofá, uno especialmente diseñado para ver tele. Conecto el taladro y coloco la broca adecuada. Posiciono el aparato horizontalmente, justo por encima de la oreja, sobre el hueso parietal, y comienzo a taladrar. La broca destaza piel y músculo y después toca el cráneo y lo rompe. Soy cuidadoso: una vez que se ha alcanzado el tejido cerebral, interrumpo la perforación. Hay mucha sangre pero es normal. Dejo caer el taladro y tomo el tornillo. Gira. Va penetrando lentamente en el cráneo y llega al cerebro. Detengo la penetración. Siento un cosquilleo en la planta de los pies y mi lengua tiembla. En la tele pasan un programa que acostumbro ver. Me siento bien pero creo que debo empujar un poco más el tornillo. Media vuelta, solo eso. Ahora me siento mejor. Poco a poco la locura va cediendo. Estoy riendo, el personaje que sale en televisión es muy chistoso. Giro el tornillo, entra un poco más. De verdad que me estoy curando. Afuera, ladran los perros, chilla el timbre y el teléfono no deja de sonar. No, no voy a hacer caso de nadie ni nada, estoy a mitad de una importante terapia y no puedo perder la concentración. Ahora el tornillo se mueve solo, entra cada vez más, llena ese hueco en medio del cerebro, va equilibrando sensaciones, deseos, recuerdos y pensamientos. Ha terminado la programación, la tele se apaga y yo estoy aqui, en mi sillón favorito, con un gran tornillo en mi cabeza, cuerdo, sangrante y contento.
sábado, 8 de noviembre de 2008
CARNE CON CHILE Y NOPALES
Compra una charola de milanesa de pulpa negra, de la que viene cortada muy delgada. Extiende las sabanitas y sazónalas con sal y pimienta. Déjalas así algunas horas. Ahora enróllalas y cortalas en tiras.
Después corta una cebolla, igual, en juliana. Haz lo mismo con una penca de nopal grande. También pica un poco de ajo. Ten todos estos materiales a la mano. Toma un puñado de chiles de árbol y fríelos en aceite, solo a que se doren, no los vayas a quemar, coño. Remójalos en una olla con agua caliente y déjalos ahí un rato. Ahora licúalos con el agua de remojo y véle echando un poco de aceite, en un chorrito delgado, y después, aún con la licuadora en chinga y dando vueltas, agregas jugo de limón y sal. Pon la salsa por ahí, en un bol o algo. ¡Oye! ¡Te quedó con madre la salsa! Vierte un poco de aceite en el mismo sartén, caliéntalo y doras la cebolla hasta que alcance una coloración ambarina. Sácala del sartén y guárdala por ahí. En ese mismo sartén donde freiste los chiles y la cebolla pones a calentar un poco de manteca de puerco. Ya caliente, echas el ajo picado y antes de que lo quemes le agregas la carne y una cucharada de orégano seco. Una vez que esté bien cocida la carne, añade la cebolla y luego un poco de salsa. Huele con madre. Mezcla bien y retira del fuego. Reserva la mezcla en un bol y regresa el sartén al fuego. Abre una botella de vino de jerez, un fino o manzanilla. No vayas a comprar esa mierda que dice "tipo" jerez, porque es un pseudovino dulce que no viene al caso. Sigamos. Vacía un buen chorro de vino de jerez y raspa el sartén con una espátula, para disolver todas esas sustancias maravillosas que se han ido acumulando. Reduce un poco e incorpora nuevamente la carne con cebolla. Cuece un ratito más, hasta que la salsa obtenga una consistencia espesa. No mames; una salsa de chile de árbol con jerez. Esto es cosa buena. Sazona con sal. Saca la mezcla del sartén y resérvala en un bol. El sartén vuelve al fuego y con un poco de aceite salteas los nopales muy brevemente con un chorrito de salsa de soya y uno de vinagre blanco. Los nopales deben saltearse a fuego muy alto y rápidamente: quiero que queden crujientes, ácidos y sin baba.
Presentación y servicio: Mezcla la carne con los nopales. Pon todo dentro de una cazuela de barro y decora con cilantro fresco groseramente picado. Sirve con tortillas de nixtamal. De beber, una cerveza clara muy fría o un vaso de vino blanco con buena acidez. ¡Ahora tienes una comida de los cojones!
Este platillo va a quedar muy picoso, por el chile de árbol. Pica de a madre. Y ese es justamente el objeto de la receta. El picor, más la acidez del nopal, los tonos afrutados del vino de jerez, el dulzor de la cebolla, las notas a monte del orégano seco y el sabor fuerte y textura de la carne combinan perfectamente. Puede servirse con arroz blanco.
Variaciones: si quiere degustar este platillo pero sin el picor, use chile guajillo. No tendrá la intensidad que ofrece el chile de árbol pero añadiendo especias puede lograrse un platillo muy bueno. Si lo que se quiere es reducir el picor pero conservando el chile de árbol, agregue tomate machacado y un poco de vinagre. El sabor cambiará totalmente pero el platillo será muy bueno.
Vegetarianos: No. Aquí no admitimos vegetarianos. Si usted es vegetariano váyase al carajo. En este blog se come carne.
jueves, 6 de noviembre de 2008
PATTON
Patton estuvo a punto de perder la guerra -su guerra-; por poco y lo dejan fuera de lo que, en sus palabras, fuera "la campaña militar más grande de todos los tiempos". Pero nada de eso ocurrió. Ganó la guerra, cumplió con excelencia su destino y sirvió a su país. Empero, tuvo que pagar un precio: meses después de terminada la guerra, murió. No hay que lamentar nada, pues, en las palabras del general, "si un hombre da lo mejor de si mismo, ¿qué más hay?"
MUÑECAS
Colecciono muñecas.
De noche me gusta quitarles la ropa y tocarlas, sobarles sus brazitos y piernas tersas, sentir cómo resbalan mis dedos sin dificultad, y ellas sonríen me observan, sus ojos brillantes y claros, su boca chiquita y labios carnosos, húmedos.
Tengo varias, viven en un cuarto especial.
A veces lloran, y debo cerrar ventanas para que nadie escuche.
martes, 4 de noviembre de 2008
FUEGO
lunes, 3 de noviembre de 2008
sábado, 1 de noviembre de 2008
LOMO
jueves, 30 de octubre de 2008
miércoles, 29 de octubre de 2008
HALLOWEEN
Comenzaron a tronar.
Cuando abrí la puerta salieron murciélagos.
CEBOLLA
lunes, 27 de octubre de 2008
ACTUALIZACIÓN
El otro día escuché a dos homosexuales quejándose de la manera en que la sociedad los contemplaba. No me refiero a la infinitud de adjetivos, verbos y demás denominaciones de toda clase, no. Ellas estaban molestas porque siempre se habla del soplanucas y el muerdealmoahadas, aludiendo a la manera en la que estas finas personas ejecutan sus pasiones carnales sobre el lecho camoso. "Es denigrante", dicen. Bien. No hay problema. Cambiemos la descripción anatómica por una más comestible y ciertamente más psicológicamente correcta; a partir de hoy, a las parejas de leandros se les designarán como el perverso y el romántico.
No voy a entrar en detalles. Imagine usted la psicología.
Pinches putos.
domingo, 26 de octubre de 2008
sábado, 25 de octubre de 2008
MOMENTOS URBANOS 1
Voy rumbo al trabajo. Voy tarde. El carro no funciona bien. Tose y como que quiere apagarse. Además, el motor hace un traca traca preocupante. El reproductor de CD no jala bien y se brinca las canciones, eso me pone de muy mal humor. Frente a mi, un pendejo tomando clases de manejo, a veinte kilómetros por hora. A un lado de él, otro pendejo en un chevy, a la misma velocidad, que debería tomar clases de manejo. No nos dejan rebasar. Para colmo, el pendejo que viene detrás me echa la culpa a mí. Me hace señas, prende y apaga las luces frenéticamente. Tengo pendejos enfrente, a los lados y atrás: estoy atrapado.
viernes, 24 de octubre de 2008
BANQUETE
En medio de aquella función llegó la nave espacial; se apoderó del teatro, adormeció a los asistentes con gas, implantaron minúsculos artefactos de microondas en sus páncreas y se fueron. La gente despertó, preguntaron qué había pasado y entonces salieron. Una vez en la calle, comenzaron a subirse a sus autos y taxis, y entonces ocurrió. El aparato implantado en sus cuerpos fue activado desde la nave espacial y la gente comenzó a deshidratarse. Los líquidos dentro de las células hierven escapan. La gente cae, se hinca, el vapor sale por los poros y los vellos se queman. La piel comienza a confitarse, la grasa se derrite, los músculos se repliegan reducen estallan los ojos, se caen el pelo y las uñas, una extraña y densa sustancia sale por la boca el ano los oídos; los cuerpos se secan retuercen y envueltos en vapor, se cocinan. Al final, queda la calle repleta de cuerpos con la carne suave y jugosa, la piel crujiente y dulce. Escuche: ya se acercan. Festín de perros.
miércoles, 22 de octubre de 2008
SAVATER
"Y es que la muerte es clara, nítida, irrevocable, tajante y dogmática como cualquier gran idea: no tolera las medias tintas ni los compromisos, borra de un sablazo la contradicción y despeja en tinieblas lo incomprensible. La vida en cambio es turbia, obscena, confusa, contradictoria y balbuceante: se aviene con el escepticismo y la componenda, termina antes o después por desdecirse y pactar. La muerte se precipita de golpe y para siempre, la vida tantea y retrocede. La muerte descansa en lo irrefutable, la vida se fatiga en lo discutible.
martes, 21 de octubre de 2008
CARROS
¿Cuántos vehículos hay ahorita transitando? Carros taxis camiones. ¿Cuánta gente viaja en ellos? Cuéntalos. Una parte de la ciudad vive dentro de un carro. Apenas y se bajan a mear, comer algo, tomar agua, dormir un poco, ver el paisaje o cambiar un neumático. Entonces vuelven al vehículo y remontan loca y perpetua carrera por calles y avenidas. No van a ninguna parte. Solo manejan de aquí para allá y de regreso.
domingo, 19 de octubre de 2008
viernes, 17 de octubre de 2008
RATÓN
El otro día pisé un ratón, chilló y finalmente murió mientras le aplastaba el cráneo. En el proceso sentí placer. Luego malestar y remordimiento. Al final, me dió risa. Un ratón. Solo eso. Un pinche ratón apachurrado.
LATA
lunes, 13 de octubre de 2008
EL VIOLADOR DE COTIJA
Manipulador, adicto a narcóticos, abusador sexual y pederasta, nuestro padre se extinguió hace unos meses, dejando tras de sí una estela de odio, rencores, cuentas por saldar, vidas traumatizadas y alianzas siniestras con el vaticano, empresarios, medios de comunicación y organismos gubernamentales. Hay que ver la fotografía clásica de este hombre, envuelto en un halo difuso que sugiere santidad; emite todo lo contrario: la esencia misma del pecado. Viejo cochino. Púdrete en el infierno.
Empero, su legado siniestro, esa gran empresa capitalista e hipócrita, los Legionarios de Cristo, continúa.
Cuidado.
domingo, 12 de octubre de 2008
jueves, 9 de octubre de 2008
AGONÍA
Sopla el viento. Trae hojas, arrastra gritos, insectos muertos y pequeñas gotas de agua tan fría. De pronto, todo se detiene: el aliento de la atmósfera cesa. El cielo se pone azúl, después morado y finalmente gris. Se muere el planeta.
miércoles, 8 de octubre de 2008
martes, 7 de octubre de 2008
REMEDIO
Un doctor le dió un remedio a un paciente para curarlo de piedras en el riñón. La cosa era aflojar la vejiga y estimular la micción. Claro que fucionó. El problema es que ahora no puede dejar de orinar, pues la sustancia que tomó ha afectado a todos los tejidos del cuerpo. Todos los fluídos salen a las arterias y van a dar a la vejiga, la cual se encuentra hinchada y sedienta de más líquido. El sujeto se la pasa meando a todas horas y no hay nada que pueda hacerse para detener el fenómeno. Convalece en un oscuro cuarto de hospital. Ya han dejado de administrarle líquidos. Se está secando.
FAVOR
Gracias.
AH
domingo, 5 de octubre de 2008
sábado, 4 de octubre de 2008
PAISAJE
Una tarde salí a la calle caminé por la avenida atravesé el parque y cuando alcancé el boulevard, un oleaje de autos rompía sobre la banqueta. Me senté a contemplar el paisaje mientras cae el sol entre las cumbres de los edificios y una brisa de ruidos me envuelve.
POR QUÉ
No me lo han comisionado ni hay obligación por ejecutarlo.
¿Por que hacerlo entonces?
Porque de pronto, aparece.
viernes, 3 de octubre de 2008
OJO
Se me está derritiendo un ojo. Hace un tiempo el nervio óptico comenzó a irritarse y envió mensajes erráticos a los músculos que controlan el globo ocular. El ojo comenzó a brincarme. Es un tic, me dijo un vecino, pero después de unos días el brincoteo se tornó violento y tuve que ponerme un parche, pues comencé a perder el equilibrio. Después llegaron los dolores de cabeza. Terribles. Insoportables. Tomé analgésicos leves, después recurrí a cosas más potentes, hasta que tuve que conseguir sustancias depresoras en el mercado negro. Empero, los dolores siguieron. Hace poco me quité el parche. Veía borroso. Las imágenes aparecían como una composición de sobresaltos y pinceladas torpes, combinadas con sonidos ondulantes que chocaban en mi oído en ecos retardados. Después perdí completamente la visión. Sencillamente no pasaban ya destellos o estímulos de ninguna especie. Parecía como si el nervio hubiera necrosado. El ojo ya no se mueve. Pierde forma. Palpita. Un líquido oscuro supura. Minúsculas vacuolas llenas de gas se forman en su interior y viajan a la superficie; eclosionan, liberando el gas que arde al contacto con el oxígeno atmosférico, creando brevísimias volutillas incandescentes. La grasa de los tejidos se licuifica. La órbita se deshace. Una masa gelatinosa escurre por mi rostro: entreteje sangre, grasa con gas, humor linfático y músculo en estado líquido. Pronto el hueso pierde consistencia, se estira y mezcla con el escurrimiento.
No soporto el dolor.
Me siento frente a un espejo y me observo.
miércoles, 1 de octubre de 2008
PIÑATA
Cuelga de aquella soga. La fiesta aún no comienza; los niños están por llegar. Sin embargo, se mueve. Alguién ahí dentro lucha por salir y golpea fuerte con un palo.
martes, 30 de septiembre de 2008
MELODÍA
lunes, 29 de septiembre de 2008
HUMANOS
Los humanos somos una curiosa pero efectiva mezcla entre changos y su gritadera y pericos parlanchines y sucios.
domingo, 28 de septiembre de 2008
GURÚ
Este es Reinhold Messner, uno de los aventureros mas importantes de todos los tiempos. Llevó al ser humano a los límites físicos, psicológicos y espirituales más extremos, a un sitio en donde pudo tocar la idea básica de lo que somos. Su experiencia es tan valiosa como la de un místico, un científico, un filósofo o un artista.
AK-47
Les presento el arma de asalto mas eficiente y famosa jamás construída: el rifle de asalto Kalashnikov. Diseñada por Mijail Kalashnikov a finales de los años cuarenta, el fusíl entró en servicio a principios de la década de los cincuentas y se convirtió en un clásico. No hay país que no lo tenga. No hay quien no lo conozca. En México se le conoce como "cuerno de chivo". Este artefacto ha hecho más por cambiar la historia que un puñado de pendejos deliberando detrás de un micrófono en las gradas de las Naciones Unidas. Pienso que todos deberíamos tener un legendario Kalashnikov en casa. Aunque sea una réplica.
La guerra es una forma de interacción humana fundamental, y este rifle de asalto la hace más interesante. Ra ta ta ta ta.
sábado, 27 de septiembre de 2008
FRASE CÉLEBRE 8
lápida en real de catorce, S.L.P.
viernes, 26 de septiembre de 2008
FETO
Perdieron a la criatura hacia el cuarto mes de embarazo. El corazón fue perdiendo fuerza hasta que dejó de latir. “Viene con deformaciones serias”, advirtió el médico, pero después de años intentándolo cualquier cosa era aceptable. El ecosonograma reveló malformidades y análisis de la química sanguínea mostró comportamientos erráticos de las funciones vitales. No había duda: el producto venía mal. Empero, la ilusión de la pareja no decaía ante la circunstancia y esperaron el fatal momento, como quien lleva un ser humano saludable en el vientre. Una madrugada dejó de moverse, ya no lo sentía. Él no estaba en casa esa noche. Ella iba a decirle que se quedara, pero pensó que era una tontería. Cuando salió tuvo ese horrible presentimiento y lo dejó disolverse entre el curso normal de las cosas, lo sucedáneo, lo que venía ocurriendo desde hacía cuatro meses. Se despertó vomitando. Un flujo de sangre salió de la vagina y marcó el fin del embarazo. Corrió al baño. Sintió contracciones, después el dolor la obligó a postrarse. Se llevó las manos a la parte baja del abdómen y una sustancia viscosa y gris comenzó a emerger. El dolor es intenso. Grita pero nadie la escucha, está sola. Está palida y respira agitadamente. De pronto se rompe el ombligo y comienza a sangrar. Coloca una compresa de papel sanitario sobre la herida pero no puede detener la hemorragia. Está tirada en el suelo. Una masa sanguinolenta y aún palpitante sale de la vagina; la jala, los tejidos se distienden, grita. La criatura muerta está sobre el tapete, envuelta en el saco amniótico. El sangrado continúa, su intensidad ha disminuído. Después de un rato se incorpora, mete a la criatura en una bolsa de plástico y tambaléandose sale de la casa. Arroja la bolsa al bote de basura y vuelve a la recámara. Solo faltan unas horas para que amanezca. El barrio se encuentra silencioso y solo una brisa húmeda mueve las hojas de los árboles. Se recuesta en la cama. Tiene la presión baja y se encuentra confundida. No tiene tiempo para estar triste o asustada, aún no termina de comprender lo que ha ocurrido, lo que está ocurriendo. El sangrado ha vuelto. Esta vez no puede contener la hemorragia. Ya no tiene fuerza. Afuera, los gatos rompen la bolsa y destazan el cuerpecito.
jueves, 25 de septiembre de 2008
REALIDAD
miércoles, 24 de septiembre de 2008
BOCA
No puedo cerrar la boca. Algo ocurrió en la madrugada y amanecí sin poder cerrarla. El mecanismo de músculos, tendones y nervios que la controlan se atascó y ahora me es imposible mover la quijada a voluntad. La mucosa que reviste la boca está seca y tengo la lengua dura. Cada que respiro me duelen los dientes. La campanilla no es más que una pequeña costra a punto de caer. Debo humectarme constantemente la boca con un atomizador lleno de agua y no puedo hablar; comencé haciendo ruidos guturales, como los que hacen los simios, pero la resequedad ha inflamado mis cuerdas vocales y tengo la tráquea prácticamente obstruída. Me cuesta trabajo respirar y me la paso sentado en un sillón viendo tele. En busca de remedios, bebí un gran vaso de whisky por ver si recobraba movimiento, pero no funcionó. Después me inyecté en las carótidas cafeína y extractos de té de la India, pero nada ocurrió. Luego probé con infusiones de cacao y cardamomo, y a pesar de ser costoso el remedio, no procuró resultado efectivo.
Sigo con la boca abierta.
Ya comienza a llenarse de moscas.
lunes, 22 de septiembre de 2008
HOY AMANECÍ MUERTO
Quizá sea solo eso.
domingo, 21 de septiembre de 2008
DRAMA
Llené el lavamanos con agua. Ahí me estuve un rato, observando la calma sobre la superficie del agua. Los rayos del sol se reflejan sobre el espejo casi perfecto del líquido y todo está quieto y en silencio. Una brisa muy suave entra por la ventana, cae despacio sobre el lavamanos y excita el agua. Finísimas olas se forman y una sensación de frescura invade el baño. Hace calor. La humedad aumenta y densos nubarrones comienzan a formarse. Se intensifica el viento. Ahora el oleaje es más acentuado. De pronto, comienza a llover. Primero un rocío intenso seguido de una precipitación con gotas gruesas y después un granizo percute los mosaicos. Ahora llueve con tal fuerza que apenas y pueden verse las llaves del agua; las toallas bailotean con el viento y el jabón se disuelve. El viento sopla intensamente. El barco pirata escapa del acecho de una fragata española; ambos corren peligro, pues las condiciones atmosféricas se han tornado dramáticas. La cuestión ya no es huir o luchar, sino sobrevivir. Los hombres arrojan cuanto pueden por la borda, tratando de aligerar las naves, pero los vientos rompen las velas arrojan a la tripulación al mar y finalmente una de las embarcaciones se rompe en un arrecife. La otra se incendia.
Todo ha terminado. La tormenta finaliza con una llovizna leve seguida de una brisa suave y rítmica. Sobre la superficie quedan restos de madera, barriles y una vela con su mástil. El agua es calma. Ha salido el sol y se escucha el canto de las aves.
RECICLAJE
Si de por si...
viernes, 19 de septiembre de 2008
PESCADO
Tengo un pescado en el congelador. Me da tanta pena verlo así. Estupefacto y frio, inmóvil, con los ojos lechosos, perdidos, tan sin vida, tan incapaz de manifestarse. Fue inmediato; lo saqué del congelador, preparé una toalla húmeda con sal y algas, lo envolví, lo besé y lo dejé a que se descongelara sobre un plato. Después junté todas las medicinas caducas del botiquín, hice un licuado con ellas y añadí cerveza, jugo de limón y abono para plantas; disolví la mezcla en el agua del retrete y llevé al pescado hacia el recipiente. Lo deposité cuidadosamente en aquél líquido benéfico y esperé.
El pescado se reconstituye, se insufla de sustancia vital, la absorbe, transforma y finalmente, se manifiesta.
Un pez nada el retrete.