Llegó un loco barbado al restaurante donde trabajo. Colgó su bastón en el perchero, tomó asiento, sacó una biblia y la colocó sobre la mesa, pero al revés. Se puso unos lentes y comenzó a leer. Pronto nos dimos cuenta que hablaba en un idioma arcaico, perdido. Su voz era densa, profunda y su lectura constante, sin pausas. Comenzaron a salir insectos de los contactos de luz y los mosaicos del piso temblaron. Después se formó un humo picante que nos dañó los ojos y nos hizo toser. El hombre seguía leyendo, cada vez más fuerte. La plaga de insectos desgarraba nuestra piel, el local temblaba. Y no podíamos callarlo. Nos llenamos de úlceras, y de las llaves de agua salía sangre. Del retrete emergieron ranas, cientas de ellas, e invadieron el comedor. La concurrencia gritaba, la gente hacía aspavientos para quitarse los mosquitos y las langostas y pateaba el suelo para deshacerse de las ranas. Entonces se desató una tormenta terrible dentro del restaurante: el granizo hería nuestra piel, rayos zigzagueaban desde el techo electrocutando comensales y el agua era tan densa que apenas y podíamos caminar. Luego cayó sobre nosotros la tiniebla, y la desesperación nos envolvió. El loco seguía leyendo, con voz de trueno y levantando una mano con el índice apuntando hacia el cielo, y no había manera de callarlo. Así fue cómo uno de los cocineros tomó un rodillo de panadería, se hizo camino entre ranas, cadáveres y lluvia, se le puso enfrente y le dió duro y fuerte en la cabeza. Los insectos cayeron al suelo, fulminados; se despejó el humo y dejó de temblar. Las ranas huyeron al drenaje y la tormenta cedió. Arrastramos el cuerpo del sujeto y lo metimos al congelador. Todo volvió a la normalidad y mientras limpiábamos aquel desastre vimos cómo el bastón del anciano se transformaba en serpiente y huía hacia la calle.
La biblia sigue sobre la mesa, un extraño halo luminoso la envuelve y una niebla densa parece que se la traga, llevándosela hacia los confines de la historia.
El loco sigue en el congelador.
3 comentarios:
tendremos que pensar en el maridaje perfecto, digo...pensando en aprovechar al loco del congelador
jaja saludos.
Circula en internet un mito acerca de HUFU, alguna simulación de carne humana a base de tofu, mi mente no se hace a la idea el querer comer carne humana, aunque sea un similar, aunque si fuera canibal creo que preferiria piezas mas tiernas, quiza hasta no natos.
Creo que ya lo sacarón:
http://www.allblogtools.com/imgup/uploaded/old.jpg
cual frío, cual frío..
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