martes, 21 de abril de 2009

CONJURO


Llegó un loco barbado al restaurante donde trabajo. Colgó su bastón en el perchero, tomó asiento, sacó una biblia y la colocó sobre la mesa, pero al revés. Se puso unos lentes y comenzó a leer. Pronto nos dimos cuenta que hablaba en un idioma arcaico, perdido. Su voz era densa, profunda y su lectura constante, sin pausas. Comenzaron a salir insectos de los contactos de luz y los mosaicos del piso temblaron. Después se formó un humo picante que nos dañó los ojos y nos hizo toser. El hombre seguía leyendo, cada vez más fuerte. La plaga de insectos desgarraba nuestra piel, el local temblaba. Y no podíamos callarlo. Nos llenamos de úlceras, y de las llaves de agua salía sangre. Del retrete emergieron ranas, cientas de ellas, e invadieron el comedor. La concurrencia gritaba, la gente hacía aspavientos para quitarse los mosquitos y las langostas y pateaba el suelo para deshacerse de las ranas. Entonces se desató una tormenta terrible dentro del restaurante: el granizo hería nuestra piel, rayos zigzagueaban desde el techo electrocutando comensales y el agua era tan densa que apenas y podíamos caminar. Luego cayó sobre nosotros la tiniebla, y la desesperación nos envolvió. El loco seguía leyendo, con voz de trueno y levantando una mano con el índice apuntando hacia el cielo, y no había manera de callarlo. Así fue cómo uno de los cocineros tomó un rodillo de panadería, se hizo camino entre ranas, cadáveres y lluvia, se le puso enfrente y le dió duro y fuerte en la cabeza. Los insectos cayeron al suelo, fulminados; se despejó el humo y dejó de temblar. Las ranas huyeron al drenaje y la tormenta cedió. Arrastramos el cuerpo del sujeto y lo metimos al congelador. Todo volvió a la normalidad y mientras limpiábamos aquel desastre vimos cómo el bastón del anciano se transformaba en serpiente y huía hacia la calle.

La biblia sigue sobre la mesa, un extraño halo luminoso la envuelve y una niebla densa parece que se la traga, llevándosela hacia los confines de la historia.

El loco sigue en el congelador.


3 comentarios:

vecerro dijo...

tendremos que pensar en el maridaje perfecto, digo...pensando en aprovechar al loco del congelador


jaja saludos.

mundo dijo...

Circula en internet un mito acerca de HUFU, alguna simulación de carne humana a base de tofu, mi mente no se hace a la idea el querer comer carne humana, aunque sea un similar, aunque si fuera canibal creo que preferiria piezas mas tiernas, quiza hasta no natos.

ensenado dijo...

Creo que ya lo sacarón:

http://www.allblogtools.com/imgup/uploaded/old.jpg

cual frío, cual frío..