"No te harás ídolos ni erigirás estelas ni colocarás relieves de piedra en tu país para postrarte ante ellos, porque yo soy el Señor, tu Dios"
"Si no me obedeces y no pones por obra todos mis preceptos, si rechazas mis leyes y detestas mis mandatos y rompes mi pacto, entonces yo te trataré así:
Despacharé contra tí el espanto, la tisis y la fiebre, que nublan los ojos y consumen la vida;
sembrarás en balde, pues tus enemigos se comerán la cosecha;
Me enfrentaré contigo y sucumbirás ante tus enemigos, tus contrarios te someterán y huirás sin que nadie te persiga.
Y si con todo esto no me obedeces, multiplicaré por siete mis escarmientos, por tus pecados.
Quebrantaré tu terca soberbia.
Convertiré tu cielo en hierro y en bronce la tierra.
Se agotarán en balde tus fuerzas.
Tus campos no darán su cosecha ni los árboles sus frutos.
Y si sigues obstinado en proceder en contra mía negándote a obedecerme, multiplicaré por siete mis golpes, por tus pecados.
Soltaré contra tí fieras salvajes que te dejarán sin hijos, destrozarán el ganado, te diezmarán, y asolaran los caminos.
Y si aún no escarmientas y procedes obstinadamente contra mí, también yo procederé obstinadamente contra tí, multiplicando por siete mis golpes, por tus pecados.
Esgrimiré contra tí la espada vengadora de mi pacto y te refugiarás en las ciudades.
Entonces te mandaré la peste y te rendirás ante tus enemigos.
Cuando te corte el sustento del pan, las mujeres cocerán pan en horno pero te lo darán tasado y comerás sin saciarte.
Y si aún así no me obedeces y te obstinas en actuar contra mí, yo seguiré obstinado en mi ira contra tí, multiplicando por siete mis escarmientos, por tus pecados.
Te comerás la carne de tus hijos y la de tus hijas.
Destruiré tus altozanos, destrozaré tus cipos, amontonaré tus cadáveres sobre tus ídolos y te detestaré.
Devastaré tus ciudades, asolaré tus satuarios, no me aplacarán tus inciensos.
Asolaré el país, y tus enemigos, sus ocupantes, se horrorizarán de él.
Te aventaré en medio de los pueblos y te peseguiré con la espada desenvainada.
Tus campos serán desolación y tus ciudades, ruinas.
A los que sobrevivan los haré acobardarse en país enemigo; alarmados por el rumor de hojas que vuelan, huirán como si fuera la espada y caerán sin que nadie los persiga.
Tropezarán unos con otros, como si de espada se tratara, si que nadie los persiga.
No podrás oponer resistencia a tus enemigos, perecerás en medio de los pueblos: el país enemigo te devorará.
Los que sobrevivan se pudrirán en país enemigo por su culpa y la de sus padres.
Confesarán su culpa y la de sus padres, de haberme sido infieles y haber procedido obstinadamente contra mí, por lo que también yo procedí obstinadamente contra ellos y los llevé a país enemigo, para ver si se doblegaba su corazón incircunciso y expiaban su culpa.
(Levítico 26, 14-38)
2 comentarios:
y por un momento dude de ti chef, pero "la verdad" esta en
"la biblia online" jajaja
saludos...
http://es.geocities.com/labibliaenlinea/anttestamento/levitico.html
Hay unos pasajes increíbles. Yo prefiero creer en un Dios así; sin lugar a dudas, Yawhvé escucha heavy metal. A la chingada con ese Dios que es amor, comprensión y misericordia: ¡Muerte y crueldad!
P.S. Viene la segunda parte; es más intensa.
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