miércoles, 27 de agosto de 2008

VÉRTEBRAS

Mis vértebras del cuello se están disolviendo. Primero se reabsorbieron los cartílagos, con lo cual perdí movimiento, después el hueso comenzó a gelatinizarse. Al principio me coloqué un collarín de espuma plástica para estabilizar el cuello, pero no fue suficiente. El proceso se intensificó y el problema se agravó. Hoy vivo en una silla de ruedas, con un artefacto hecho de cuerdas y varillas metálicas que sostienen mi cabeza, y de no usar este aparato, mi cuello se doblaría y mi médula espinal podría cercenarse. No quiero perder la cabeza.

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