miércoles, 4 de febrero de 2009

LOS SIETE CUENCOS DE LA IRA DE DIOS

"Id a derramar en la tierra los siete cuencos del furor de Dios"

Apocalípsis 16:1



El primer cuenco fue derramado y así, a los hombres que llevaban la marca de la bestia les apareció una llaga maligna.

Después fue vertido el segundo cuenco en el mar y sus aguas se transformaron en sangre muerta y todo cuanto vivía en el mar murió.

La tercer vasija se vuelca sobre manantiales y rios y sus aguas se transmutan en sangre.

La cuarta vasija baña al sol y lo altera; su ardor es tan intenso que quema la piel de los hombres, y estos maldicen, preguntándose, "...¿quién es este Dios que nos manda terrible tormento?", sin saber que deben arrepentirse y buscar el perdón.

Al ser vertido el quinto recipiente encima del trono de la fiera, su reino se entenebrece y la humanidad padece terribles dolores; los hombres maldicen a Dios.

El sexto cuenco cayó sobre el Eufrates y este quedó seco. De esta manera se formó una gran avenida por donde pasarían los reyes de oriente.

Entonces tres espíritus inmundos con con forma de ranas salieron de las bocas de la fiera, el dragón y el falso profeta; estos demonios acudieron a los reyes de la tierra, los prepararon para la gran batalla contra Dios y los reunieron en un gran valle de sal donde no crece nada y no hay alimaña o bestia que se atreva a entrar, y este lugar se llama Armagedón.

Entonces fue vertido el séptimo cuenco en el aire. Relámpagos, estampidos, truenos y un gran terremoto destruye las grandes ciudades del mundo. La gran Babilonia bebe de la copa del vino de Dios, del furor de su cólera. Desparecen las islas y las montañas se nivelan; una lluvia de granizo gigante cae sobre los hombres, quienes no se cansan de maldecir a Dios.

Maldito sea tu nombre.

La batalla está por comenzar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://apologiasdelsuicidio.blogspot.com