Comencé a masticar lechuga, espinacas, pepinos y arúgula cuando sentí un sabor amargo y distinto, algo que nunca había experimentado. Tuve un mal presentimiento y detuve mi boca; rápidamente escupí las yerbas pero ya era tarde: una infección de clorofila pudre mi cuerpo. Caigo al suelo, me convulsiono. Lentamente me transformo en un vegetal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario