martes, 7 de octubre de 2008

REMEDIO

Un doctor le dió un remedio a un paciente para curarlo de piedras en el riñón. La cosa era aflojar la vejiga y estimular la micción. Claro que fucionó. El problema es que ahora no puede dejar de orinar, pues la sustancia que tomó ha afectado a todos los tejidos del cuerpo. Todos los fluídos salen a las arterias y van a dar a la vejiga, la cual se encuentra hinchada y sedienta de más líquido. El sujeto se la pasa meando a todas horas y no hay nada que pueda hacerse para detener el fenómeno. Convalece en un oscuro cuarto de hospital. Ya han dejado de administrarle líquidos. Se está secando.

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