domingo, 7 de septiembre de 2008

SILLA DE RUEDAS

Estás en una silla de ruedas, cuadraplégico. Te pregunto, ¿qué quieres ser, hacer? Puedes soñar, pero déjame adivinar...¡quieres ser estrella del baloncesto! No. Puede ser tan extenuante brincar de un lado al otro de la cancha, rebotando una pelota anaranjada y escuchando a una muchedumbre pegando de gritos. Tal vez prefieres verte a ti mismo como el protagonista de un ballet de danza contemporánea. Para nada; no tienes esa sensibilidad y el arte te irrita, te parece que es para bohemios y gente sin trabajo. He pensado que te gustaría contemplarte como profesor de artes marciales, aunque siento que te inclinarías más por visualizarte como un escalador de montañas, poniendo un pie sobre la cumbre del Everest. Pensándolo bien, imagino que preferirías pelear por un récord olímpico en los cuatrocientos metros o, en su defecto, el maratón. Perdón. Supongo que lo políticamente correcto fue decir que tus aspiraciones llegarían tan lejos como para triunfar en las paraolimpiadas. Tu sabes, esos juegos donde compiten tullidos en sillas de ruedas. Claro que se me olvidó un importante detalle: estás cuadraplégico y no puedes mover nada mas que los ojos. Sueñas que estás en una silla y no te puedes mover, y en el sueño sueñas que estas en una silla y no te puedes mover y luego despiertas y estas en una silla y no te puedes mover.

Ahora entiendo que solo quieras salir de esa maldita silla y caminar. Hacia donde sea.


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